Simule África y reciba un monicongo plástico de estructura flexible. Débil pero maleable, escoja los dos puntos del norte del continente y trace una línea transversal desde Senegal hasta Etiopia, con certeza recorra el área. En esta franja de 26 países habitan 470 millones de habitantes y padecen de forma endémica infecciones meningocócica y brotes de un gran impacto en salud pública.
Estas endemias se presentan cada 5-10 años y son producidas por el grupo A. Los brotes son elevados, de 100 a 800/100.000 habitantes y en alguna región se alcanzan tasas de 1 caso/100 personas. Surge entonces la estrategia de la OMS con tres objetivos: a) eliminación de las epidemias de meningitis bacterianas b) reducción de los casos en un 50% y los fallecimientos en un 70% c) reducción de las secuelas. Los datos preocupan: 2,5 millones de casos de meningitis,1.6 millones casos de meningitis bacteriana y 240.000 muertes, (2019 últimos valores). El 20% presenta secuelas tardías.
La meningitis es una enfermedad que causa graves secuelas en el largo plazo. Tiene alta tasa de letalidad y eso un gran problema de salud pública. África subsahariana es quizá uno de los sitios donde se da con frecuencia esta epidemia. Una de cada 10 personas que la padecen muere y uno de cada 5 presenta graves complicaciones. En estos países tiene una curva estacional: más frecuente durante la estación seca, de diciembre a junio y alcanza su pico en abril.
Las vacunas ofrecen la mejor protección contra los tipos comunes de meningitis bacteriana. En el cinturón africano de la meningitis, el meningococo del tipo A representaba del 80-85% de las epidemias. Hay algo importante que disminuye la extensión del contagio y es la quimioprofilaxis. Luchamos por tratar la enfermedad y disminuir las secuelas tardías de esta infección: sordera, deterioro en el aprendizaje y alteraciones en el comportamiento.
Según la OMS las vacunas ofrecen protección duradera y son la forma más eficaz de reducir la carga de la enfermedad. Hay que buscar los casos activos e iniciar vacunación masiva. Esto se centra en los países de bajos y medianos ingresos en donde hay escasez de todo: insumos diagnósticos y recursos humanos calificados.
La estrategia global, Derrotar la Meningitis para 2030, en donde la acción conjunta permite el diagnostico oportuno, la vigilancia epidemiológica y el seguimiento y la atención en el largo plazo.