Alerta sanitaria en Barranquilla. Seis hombres en situación de calle murieron y otros siete permanecen hospitalizados tras sufrir una intoxicación masiva por licor adulterado en el centro de la ciudad. Las autoridades investigan si la bebida contenía metanol, una sustancia altamente tóxica utilizada en la industria y no apta para el consumo humano.
La tragedia ocurrió entre las 6:05 p.m. y las 8:40 p.m. de este martes, cuando once hombres fueron trasladados de urgencia a diferentes hospitales de la red pública de Barranquilla tras desplomarse en plena vía con síntomas de intoxicación alcohólica.
De acuerdo con la Policía Metropolitana, la mayoría de las víctimas se encontraban consumiendo bebidas alcohólicas adulteradas en el sector conocido como “El Boliche”, en el corazón del centro barranquillero.
Cuatro de ellos murieron mientras recibían atención médica y otros dos fueron hallados sin vida en la vía pública durante las labores de patrullaje nocturno.
La Secretaría de Salud Distrital confirmó que siete personas permanecen hospitalizadas, tres de ellas en cuidados intensivos. “Al resto de pacientes los tenemos ubicados en la UCI del Camino Nuevo Barranquilla en estado crítico, y uno más está siendo atendido en el Camino Distrital Adelita de Char. Todos ingresaron con síntomas como pérdida de conciencia, dolor abdominal, vómitos y alteraciones neurológicas”, explicó Stephanie Araújo, secretaria de Salud.
Hasta el momento, solo una víctima ha sido identificada: Emérito Alberto Miranda Ospino, de 47 años, quien fue trasladado con vida al hospital pero falleció durante la atención médica.
Las primeras hipótesis señalan que el grupo habría consumido un producto conocido como “Cococho”, una mezcla ilegal que utiliza ron, whisky o aguardiente como base, pero que es adulterada con metanol —un alcohol industrial derivado de la madera, utilizado para fabricar removedores de pintura—. Su ingesta puede provocar ceguera, daño hepático irreversible, coma o la muerte.
Las autoridades también analizan si las víctimas consumieron sustancias psicoactivas o alimentos contaminados, aunque el principal foco de la investigación sigue siendo el licor adulterado.
El caso ha encendido las alarmas en Barranquilla y las autoridades sanitarias advierten a la ciudadanía sobre el alto riesgo del consumo de alcohol de dudosa procedencia.
Las investigaciones avanzan para identificar a los responsables de la distribución del licor ilegal, determinar los puntos de venta y evitar que más personas sean víctimas de esta práctica criminal que cada año deja múltiples muertos en Colombia.



