El trascurso de la próxima década se encuentra afectado por una agenda internacional que pretende crear un nuevo orden mundial dirigido a transformar la vida de las personas y dirigirlas hacia una sociedad cada vez más supervisada. Entre los cambios que tendrán lugar se encuentra la instalación de la tecnología 5G y la presión por la utilización de vacunas para crear inmunidad contra pandemias.
El sociólogo francés, Guy Debord, sostenía que la vida de las personas en las sociedades donde predominan las condiciones modernas de producción se proyecta en una acumulación de espectáculos, los cuales no consisten en imágenes, sino en la relación social de las personas mediatizada por medio de imágenes. Así, el espectáculo es el corazón del irrealismo en la sociedad real.
El razonamiento de Debord se encontraba estrechamente ligado con una critica a la tendencia consumista en las sociedades con medios de producción masivos. Sin embargo, la idea que plantea el autor puede ser tomada para explicar que en las sociedades contemporáneas, cada vez más, los medios de comunicación electrónicos se encuentran conduciendo a los individuos a percibir la realidad a través de un seudo mundo virtual, donde los fenómenos naturales y las relaciones humanas ahora son proyectados en imágenes.
El fenómeno descrito puede verse impulsado dentro de los próximos años. La pandemia del COVID-19 generó el escenario propicio para lograr desestabilizar la vida cotidiana de las personas y conducirlas hacia hábitos de distanciamiento físico, trabajo virtual, restricción de acceso a zonas, áreas o lugares, así como otras medidas que vienen moldeando los hábitos tradicionales, ya sea para bien de algunos y para mal de otros.
Lo cierto es que el escenario actual no pretende cambiar hasta que sea implementado un programa de inmunidad a través de vacunas. En Europa se encuentran próximos a realizar las primeras pruebas sin tener certeza sobre los efectos secundarios que a corto, mediano y largo plazo podrá producir la sustancia en el cuerpo humano. En todo caso, es probable que en muchos lugares del mundo se empiecen a imponer restricciones de movilidad por medio de solicitud de certificados de vacunación, similar a lo que ocurre con la fiebre amarilla y otras afecciones, respecto de las cuales, no es posible entrar a ciertos países sin haberse puesto la vacuna previamente.
A pesar que sea impuesto un programa de vacunación sobre el que no sepamos los efectos que tendrá para nuestra salud y la de nuestras futuras generaciones, las cuarentenas y las restricciones de circulación dejarán un rezago que afectará la vida cotidiana de las personas en esta próxima década. Concretamente, los ámbitos laboral, educativo y social tendrán cada vez más lugar a través de medios virtuales y dejará de mantenerse la frecuencia del acercamiento físico, conduciendo al individuo a una vida percibida por las imágenes de un medio electrónico.
De igual forma, otro de los elementos que afectará la vida de las personas será la implementación del sistema 5G. Más allá de las críticas que por espionaje chino se presentan sobre esta tecnología, el problema puede radicar en que la intensidad de las ondas emitidas por las antenas pueda llevar a causar una afectación drástica sobre el medio ambiente y la salud de las personas. Ya con la tecnología 4G se presentaron problemas que condujeron a la necesidad que la Corte Constitucional aplicara el principio de precaución en materia ambiental.