Si hay algo que puede cambiar el rumbo de las tasas de interés y de la liquidez, es la inflación, un enemigo silencioso que cuando aparece asusta a propios y a extraños, y que para muchos es el impuesto más costoso para los más necesitados.
Durante el 2020 por cuenta de la pandemia tuvimos en Colombia la inflación anual más baja de nuestra historia, el 1,61%, eso permitió que el Banco de la República pudiera bajar las tasas de interés interbancaria al 1,75%, esto a su vez hizo que por efecto cascada los créditos indexados a la DTF bajaran a tasas nunca antes vista. Este año las cosas son a otro precio, la reactivación económica, la reapertura y el paro y los bloqueos han logrado un efecto rebote en muchos precios de productos y servicios, la expectativa es que la inflación a final del año termine por encima del 4%.
El Banco de la República está en el dilema del momento en que debe empezar a subir las tasas, seguramente empezará en septiembre subiendo veinticinco puntos básicos, el riesgo es que la subida de las tasas golpee la frágil reactivación económica de este año. Acordémonos que el control de la inflación es una de las más importantes funciones del Banco.
Pero si en Colombia llueve en Estados Unidos no escampa, las expectativas de inflación han hecho que aumente la volatilidad de los bonos del tesoro, Los analistas creen que pueden terminar el año por encima del 2% Los tesoros de 10 años, durante este año empezaron en niveles del 1%, hace dos meses estaban al 1,60%, la semana pasada al 1,15% y esta semana al 1,36%. A la economía colombiana le impacta muy fuerte este aumento de inflación en EEUU ya que una subida de las tasas de interés allá se refleja directamente en un fortalecimiento del dólar frente al peso y por ende en un mayor costo de las importaciones, muchas de ellas alimentos que impactan la canasta familiar.
Aunque muchos reconocidos economistas piensan que llegó el momento que la Reserva Federal empiece a restringir la liquidez, en la cual está nadando el mundo desde hace mucho tiempo por la inflación, yo lo veo bastante improbable en el corto plazo además de peligroso para los mercados ya que podría generar un retroceso fuerte en los índices accionarios, una especie de pánico en los mercados.
A la inflación hay que tenerle respeto, no en vano los países que han tenido inflaciones altas tienen hoy bastante deteriorada su economía y los ciudadanos han perdido el valor adquisitivo, el ejemplo más claro de esto es la situación actual de Venezuela, el país con la mayor inflación del mundo.
No quiero terminar esta columna sin dedicarle un pequeño espacio al mercado accionario colombianos, somos talvez la bolsa que menos ha recuperado sus precios, siguen muy por debajo de los que tenían las acciones antes de la pandemia, aunque existen razones como la baja de la calificación por la salida de inversionistas extranjeros y algo de susto pre electoral, la verdad es que las acciones están regaladas, muchas de ellas rentan más que un CDT con el solo dividendo, yo personalmente creo que hay una gran oportunidad de hacer un muy buen negocio pensando obviamente en el mediano plazo.