Al explorar la página web de los Caballeros de la Virgen, encontramos textualmente la clara descripción de sus objetivos marianos y de quienes son:
“Caballeros de la Virgen” es una Fundación de inspiración católica que tiene como objetivo promover y difundir la devoción a la Santísima Virgen María y de colaborar con la “La Nueva Evangelización”, la cual consiste en atraer los numerosos católicos no practicantes a una mayor comunión eclesial, la frecuencia de los sacramentos, la vida de piedad y a vivir la caridad cristiana en todos sus aspectos.
Como la Iglesia Católica siempre lo ha enseñado, el principal medio utilizado es la vida de oración y la piedad, en particular la Devoción a Jesús en la Eucaristía y a su madre, la Santísima Virgen María, mediadora de las gracias divinas. Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes»
Fue fundada en Brasil por su excelencia Monseñor João Scognamiglio Clá Dias, EP, reconocida por su santidad el papa Juan Pablo II el 22 de febrero de 2001.
Los Caballeros de la Virgen están ubicados en setenta y ocho países y cuentan con aproximadamente entre cuatro mil o cinco mil miembros directos, quienes realizan «votos de castidad, pobreza, devoción altruista y una vida monástica rígida y disciplinada, hasta el derecho a responder directamente ante el Papa» (sic)
Llegó a Colombia para quedarse y expandir la devoción al Santo Rosario y la Santísima Virgen María de Fátima.
Con extrema dedicación y sacrificio, los Caballeros de la Virgen, como su nombre lo indica, formada sólo por hombres, recorre el territorio colombiano pregonando y evangelizando con el Santo Rosario. Constituyen una asociación internacional de derecho pontificio, es decir reconocida por la Santa Sede.
Su sede principal en Colombia está ubicada en el municipio de Tocancipá ( Cundinamarca) se caracteriza por una singular belleza y se ha convertido en un centro de peregrinación nacional e internacional con gran afluencia de feligreses especialmente los domingos.
Es de destacar que la Iglesia de Tocancipá después de muchos sacrificios y poco dinero para su construcción, fue terminada en el 2015.
Pregonan y pregonan de manera incansable Los Caballeros de la Virgen la devoción a María, hospedándose en las casas de los feligreses, haciendo así más familiar la experiencia religiosa, que en buena hora cargada de humildad hace falta al mundo entero.
Es imposible terminar esta columna sin hacer un reconocimiento al sacerdote argentino Carlos Tejedor, quien fungió por muchos años como superior de Los Caballeros de la Virgen en Colombia y falleció en 2021. Sin su dedicación la misión en Colombia no hubiera sido posible.
Como dice en sus despedidas el padre Diego Moncada-Caballero de la Virgen- quien establece comunicación con los seguidores a través de misivas entre otros » En Jesús, María y José»
Les deseo lo mejor de lo mejor en esta inagotable devoción mariana que nos llena de felicidad, prosperidad y gozo en nuestra madrecita María.
«Si hoy escuchais su voz no endurezcais el corazón». (Sal 94, 7). ¡Salve María!



