La opción de alguien que tiene el mínimo de vergüenza ante la catástrofe de la Mojana, es renunciar. Quien ejerce funciones de gobernador en Sucre, es lo que debe hacer.
Una tragedia de esa magnitud, la ha ignorado desde un principio y por ello la catástrofe es insostenible.
Los docentes a través del sindicato de ADES, gritan S.O.S para declarar la emergencia académica, ante lo cual la Gobernación no los atiende. Ellos mismos lo dicen. Son 58 instituciones educativas bajo el agua que afecta a 25 mil estudiantes y 750 profesores, pero la negligencia departamental lo mucho que ha musitado es que son casos puntuales y que hagan puentes de madera. Los únicos que no saben que los tableros y pupitres están bajo el agua son los de la Gobernación de Sucre ¡Por Dios!
Como si fuera poco la vía San Marcos al principal corregimiento Las Flores, se la llevó el agua, amén de las casas inundadas en Las Flores, lo antes nunca visto. Se repite la misma historia negligente, los habitantes del corredor de esas poblaciones solicitaron con tiempo a las autoridades respectivas que subieran el terraplén, se quejan de que no fueron atendidos y hoy sufren las consecuencias de la incomunicación, pero a nadie le importa.
Campante y sonante la Gobernación de Sucre, chiflando iguana, anuncia que hace un cierre total para los vehículos de carga pesada y restricciones para carga liviana en la vía San Marcos, Majagual, Guaranda, por las inundaciones, debido a que la carretera puede ceder. Lo peor, no ofrecen alternativas ¿no entenderán neuronalmente el trauma que esto ocasiona? ¡De no creer! La región más productiva del departamento de Sucre totalmente arrasada por el agua e incomunicada y como dijo Francisco Santos: «y el gobernador desaparecido, no hay derecho». Así está sucediendo y nadie dice nada.
Súmenle la «embolatada» del siglo que tiene la Gobernación de Sucre con ciento ochenta y nueve mil millones de pesos de la carretera Las Tablitas- San Marcos, también de la Mojana ¡Mejor dicho chicho!
Pero bueno, aparece una «excelente» noticia ¡al fin! Por gestión ante la Federación Nacional de Departamentos- de quien ocupa la silla de gobernador en Sucre- llegaron dos mil quinientas ayudas que serán repartidas, «la otra semana, mientras se organizan» Esto lo vocifera la Gobernación con prensa a bordo, cámaras, luces, acción, pero no han tenido en cuenta el pequeño detalle que la Defensoría del Pueblo habla de treinta y cinco mil familias y sesenta y tres mil damnificados en Sucre, y su Gobernación consiguió dos mil quinientas ayudas solamente y no las entregan de manera inmediata por incapaces ¡Dos mil quinientas! ¡No sean tan desvergonzados y miserables con tanta alharaca!
Me escriben del Limón (San Benito) dónde al igual que Jegüa (San Benito) están viviendo en los techos de las casas como en muchos rincones ahogados de Sucre (Sucre) que al Limón desde la tragedia solo les llevaron esta semana un mercadito, al parecer de la Alcaldía, compuesto por diez libras de arroz, cinco libras de azúcar, dos bolsas de sal, una bolsita de leche, cinco fideos, un litro de aceite y una panela.
Saquen ustedes sus propias conclusiones de este esfuerzo que hace la Alcaldía de San Benito. Por supuesto es pírrico el mercado ante la catástrofe y habla de lo solos y abandonados que se encuentran por parte del ente departamental.
Si toda esta tragedia que se advirtió con tiempo, que ha ignorado, que actúa insensible, maquiavélico y negligente ante ella, no son motivos para que Héctor Olimpo Espinosa, que ejerce funciones de gobernador en Sucre, renuncie ¿entonces cuales serán? Díganmelo ustedes, porque en un país serio, con sesenta y tres mil personas incluidos niños y ancianos, en catástrofe, tirados a la deriva como están los mojaneros en Sucre, les aseguro que si es causal suficiente para renunciar y eso que no hablamos del resto de Sucre. Héctor ¡RENUNCIA!
Nota: que el Gobierno Nacional no deje en manos de la Gobernación de Sucre los recursos de 2,5 billones de pesos para la Mojana, del CONPES 4076.