El adolescente Archie de 12 años, víctima de un reto viral a través de TikTok al que han puesto el nombre de ‘Desafío del Apagón‘ o ‘Blackout Challenge‘, es un alerta mundial por el descontrolo de ese tipo de desafíos en las redes sociales y la falta de vigilancia de padres de familia.
Lamer la taza de un inodoro público para desafiar al Coronavirus, mantener la respiración hasta el punto de perder la consciencia o ir pegando palizas a jóvenes de los barrios más pudientes de las ciudades, estos son algunos de los challenges que circulan por TikTok de forma viral o incluso mortal.
Los denominados retos virales o challenges en Internet consisten en la grabación y difusión por medio de redes sociales (TikTok, Instagram) de una acción concreta (baile, broma, desafío…) para que los demás usuarios lo vean y a su vez hagan ese mismo reto. Así, dependiendo del interés que suscita el reto se convierte en viral por la difusión masiva que tiene en Internet y la tendencia del ser humano a imitar la conducta de los demás, sobre todo en la adolescencia.
Las redes sociales premian el comportamiento escandaloso, y entre más escandaloso, más se puede alardear y más difusión tiene. El ámbito de las redes sociales es trepidante e irreflexivo, y el miedo a perder suscriptores y seguidores es real para los adolescentes y jóvenes. Este ámbito posibilita la incapacidad de los adolescentes de pensar en las consecuencias de sus acciones.
El pre y los adolescentes son impulsivos y no ven el peligro que se puede esconder en las redes por su propio desarrollo natural. Su cerebro, y más importante, la parte de este encargada del pensamiento racional –la corteza prefrontal– no está completamente desarrollada todavía. Esto explica parte del problema. Sin embargo, no hay una sola causa: los adolescentes no se juegan la vida en internet solo porque su cerebro no esté completamente formado, aunque sí que les vuelve más propensos a ello.
Los adolescentes y jóvenes no necesariamente toman tiempo para considerar si el detergente para lavar ropa es un veneno que podría quemarles la garganta o las vías respiratorias, o si el uso inapropiado de medicamentos como la difenhidramina (Benadryl), viagra u otros pueden ocasionar graves problemas al corazón, convulsiones o coma, o aún que una asfixia por tiempo determinado puede ocasionar daños o muerte cerebral irreversibles.
En lo que se enfocan ellos es en que un chico o una chica popular en su clase o de sus redes lo hizo y consiguió miles de «me gusta» y comentarios en su plataforma.
La alerta está lanzada. No puede suceder otros Archies en el mundo, y menos en nuestras familias. Los padres de familia deben educar, formar y vigilar para que sus hijos no caigan en las trampas de esos retos que ponen en peligro sus vidas. Y sin dudas es necesaria una regulación y también judicialización para las plataformas virtuales que permiten esos desafíos mortales y para los quién los crían.