En una revelación que sacude a Cartagena de Indias, el congresista Fernando Niño Mendoza, expuso ante la plenaria de la Cámara de Representantes la crítica situación financiera, técnica y ambiental que atraviesa la empresa Aguas de Cartagena (Acuacar), lo que motivaría su intervención por parte de la Superintendencia de Servicios Públicos (SuperServicios).
Niño Mendoza denunció que Acuacar enfrenta un déficit de $60 mil millones, una deuda que supera los $370 mil millones y una pérdida mensual de cuatro millones de metros cúbicos de agua, situación que pone en jaque el suministro y la sostenibilidad del servicio de acueducto en Cartagena.
Uno de los puntos más alarmantes de su intervención fue el aumento del índice de agua no contabilizada, que subió en mayo de 2024 al 43.17%, un 2.74% más que en abril, cuando se registraba un 40.43%. Este porcentaje según el congresista excede por mucho el límite permitido por la ley, que establece un máximo de 25%, lo que indica un manejo ineficiente y desperdicio masivo de agua.
«Acuacar capta 10 millones de metros cúbicos de agua, pero pierde 4 millones y solo factura 6 millones», detalló Niño Mendoza, evidenciando las fallas en la infraestructura y la gestión del recurso hídrico que afectan tanto a la empresa como a los usuarios.
En cuanto a la situación financiera, Niño Mendoza fue tajante: «Acuacar muestra un incremento en su déficit de flujo de caja de $59.554 millones en los primeros cinco meses de 2024. Los recaudos no alcanzan para cubrir sus obligaciones, y el endeudamiento ha crecido de manera desbordada, alcanzando los $372.837 millones a mayo de 2024, sin activos suficientes para responder ante este nivel de deuda».
Ante este panorama, el representante no solo solicitó la intervención de la SuperServicios, sino también la del Ministerio de Ambiente, el Distrito de Cartagena y los organismos de control, exigiendo acciones inmediatas y contundentes para regular y solucionar la problemática que afecta gravemente a la ciudad.
La intervención de Fernando Niño abre la puerta a una posible intervención de Acuacar, que, de concretarse, podría alterar la dinámica del servicio de agua potable en Cartagena y generar una reestructuración profunda de la empresa.