La justicia alcanzó al exmagistrado de la Corte Suprema, Camilo Humberto Tarquino Gallego, quien fue condenado a seis años de prisión por haber solicitado dinero a cambio de influir en procesos judiciales. El Tribunal Superior de Bogotá confirmó el fallo que lo declara culpable del delito de concusión como interviniente, en una decisión que estremece al sistema judicial colombiano.
Según las investigaciones de la Fiscalía Novena Delegada ante la Corte Suprema de Justicia, Tarquino se reunió en secreto con el entonces gobernador de Córdoba, Alejandro Lyons Muskus, en un apartamento del norte de Bogotá, entre septiembre y octubre de 2014. En estos encuentros, el exmagistrado habría ofrecido usar su influencia para frenar las investigaciones que salpicaban al político por corrupción, especialmente en el escándalo del llamado ‘Cartel de la Hemofilia’.
En al menos dos ocasiones, Tarquino habría pedido dinero al exgobernador para “facilitar acercamientos” con personas claves que podrían interferir en el curso de los procesos judiciales en su contra.
La condena también impone al exmagistrado una multa de 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes y una inhabilidad de 60 meses para ejercer cargos públicos o funciones oficiales. El fallo, emitido en segunda instancia, marca un precedente contundente contra la corrupción en las altas esferas del poder judicial y expone las redes de influencia que han entorpecido por años la lucha contra la impunidad en Colombia.