La Heroica Cartagena de Indias enfrenta un desafío silencioso pero creciente: los casos de suicidio vuelven a aumentar en 2025, rompiendo la tendencia a la baja de años anteriores y encendiendo las alarmas sobre la salud mental en la ciudad.
En el marco del mes de la prevención del suicidio, Cartagena Cómo Vamos presentó un análisis que cruza cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y del DADIS. El panorama no es alentador: hasta julio de este año se han reportado 25 suicidios en Cartagena, frente a 20 en el mismo periodo de 2024, lo que representa un aumento del 25%. En cuanto a los intentos, el DADIS registra hasta la semana epidemiológica 32 un total de 369 casos, un 13% más que el año anterior.
Los datos muestran que, aunque en 2024 se había logrado una reducción importante (54 suicidios en 2023 frente a 33 en 2024, y una baja del 17% en intentos), el 2025 amenaza con revertir esos avances.
“Las cifras de 2025 nos recuerdan que la salud mental debe ser una prioridad de ciudad. La prevención del suicidio requiere respuestas oportunas y articuladas: vigilancia constante, rutas claras de atención y estrategias comunitarias que protejan la vida, con especial atención a los jóvenes”, advirtió Eliana Salas Barón, directora de Cartagena Cómo Vamos.
El informe señala con preocupación que los adolescentes entre 15 y 19 años concentran el 31% de los intentos (113 casos en lo corrido de 2025). Además, el 30% de los intentos corresponde a personas que ya habían intentado quitarse la vida, lo que evidencia fallas en el seguimiento y la continuidad en la atención.
Para los expertos, estas cifras son un campanazo de alerta: los entornos educativos y comunitarios deben reforzarse como primera línea de prevención, mientras que el sistema de salud debe garantizar acompañamiento efectivo y sostenido a quienes ya han presentado conductas de riesgo.
¿Qué hacer? | Cartagena Cómo Vamos plantea que la ciudad necesita pasar de los diagnósticos a las acciones concretas:
- Vigilancia en tiempo real para detectar y responder a los casos con mayor rapidez.
- Protocolos sólidos de continuidad para evitar la reincidencia tras una crisis.
- Estrategias focalizadas en jóvenes dentro de colegios y universidades.
- Trabajo articulado entre sector salud, educación, familias y comunidad.
La OMS recuerda que el suicidio es prevenible. Pero para que la prevención sea real, Cartagena debe traducir los datos en decisiones inmediatas. La vida de cientos de jóvenes depende de ello.



