Mariana, es la primera definición de la senadora María del Rosario Guerra de La Espriella. Ello haciendo referencia a su fe y devoción por la virgen María, la cual con orgullo comparto.
Uribista, indiscutiblemente es su segunda definición. Si que lo es. La lealtad y compromiso con Álvaro Uribe, no la coloca en duda nadie. Da la vida por Uribe, sin necesidad de gritarlo y lo hace con inteligencia.
Con ello establece su compromiso con el país y es tanta la seguridad en sus cualidades y lealtad, que sin temor a equivocarme, el presidente Uribe, se retiró con dolor y forzadamente del congreso, pero con la plena convicción que con María del Rosario en él, la bancada de centro democrático no queda acéfala.
Es Charo, respetada y escuchada por la plenaria del congreso y por supuesto por los congresistas de centro democrático. Sin ser la íntima del señor presidente Iván Duque, igual goza del respeto de este y ante todo, es un inequívoco soporte de Duque.
Todo esto, convierte a María del Rosario en un elemento primordial en la inocultable guerra política que padece el país. Es necesaria Charo en diferentes escenarios, pero tendrá que escoger solo uno, como protagonista.
Diría, que se siente cómoda en su posición de senadora, aun cuando jamás se negaría a ubicarse donde Uribe la necesite, pensando en el país y en Centro Democrático.
¿Suelta Uribe a Charo del senado? No es fácil que lo haga, pero tampoco imposible, por lo cual no aspiraría al nuevo periodo. No se puede descartar que el presidente Duque, la tenga en la mira ministerial, de tal forma que lidere gabinete. Sin olvidar que el mismo Uribe la postuló como presidenciable en la pasada campaña.
Así mismo sale otra necesidad de su presencia y es el desmantelado departamento de Sucre, que ella lo lleva en el alma. En Sucre se espera y mira con buenos ojos, que María del Rosario pueda ser su gobernadora para el período que se viene.
Su capacidad, pergaminos, rectitud y compromiso son innegables, aún en los opositores y si que el departamento lo requiere. Los votos salen. A mí me gusta la idea de Charo, gobernadora.
Imperdonable cerrar este artículo sin reconocer el papel de madre, esposa, hija y hermana de esta ilustre sincelejana.