El 2021 dará paso al cierre de uno de los ciclos emocionalmente más dolorosos para las familias colombianas, la lucha que a diario se lidera frente a la Covid-19 y sus variantes para el final del tercer trimestre del año en curso representa un reto para la humanidad y los gobiernos frente a la nueva cepa descubierta en el Sur de África, y que a la fecha pone nuevamente en vilo la tranquilidad de la sociedad que desde hace algunos meses ha comenzado a “aceptar” la convivencia de este enemigo invisible llamado Coronavirus.
Aunque en Colombia no se ha detectado la presencia de la variante Ómicron, no deja de sorprendernos la hipotética llegada de esta cepa a nuestra región; que ya ha generado el cierre de fronteras.
Pero en esta oportunidad lo que me trae a escribir sobre este tema en particular son diferentes aspectos que para muchos ya parecieran pasar desapercibidos como: las aglomeraciones, el no respetar los protocolos de bioseguridad, la actual condición del sistema de salud en el departamento del Cesar y una serie de puntos que deberían ponernos a todos en alerta frente a la eventual llegada de Ómicron.
Es evidente el folclorismo con el que muchos cesarences han enfrentado la lucha de la salud frente al Coronavirus y sus variantes, esos mismos que a diario manifiestan sus inconformidades ante un débil sistema de salud donde muchos dicen: “Para que ir si nos arreglan con Acetaminofen”, y no es que los esté señalando, sino que se trata de una situación que para este cierre de año debería llamarnos a la reflexión y a comprender que la lucha contra esta enfermedad aún no termina y aunque debamos convivir con ella, con o sin vacunas, debemos entender que la batalla no sólo depende del sistema de salud, sino no de todos los que aún no terminan por aceptar el latente riesgo que viven al bajar la guardia.
Durante lo que llevamos de pandemia en el departamento del Cesar, muchas han sido las familias que han perdido a seres queridos a causa del peligroso virus y muy a pesar de que el Gobierno hace un incansable esfuerzo en suministrar a diario vacunas para los ciudadanos, en ocasiones ese tipo de planes se van por la borda al autorizar y dar libertad a la apertura de sectores que aunque hacen parte del elemento dinamizador de la economía a menor escala no son factor determinante de ella; dejo al criterio de todos de cuáles sitios me estoy refiriendo.
Diciembre está a contados días de llegar y con él se avecina un reto para la salud, el Gobierno y todos los actores que juegan un roll determinante para la tranquilidad de las familias colombianas. Aunque en los medios no se refleja con tanto eco las bajas que deja a diario el Covid-19, aún sigue siendo una lucha para los médicos sortear y mantener en las salas UCI a personas con complicaciones.
Es fundamental que el gobierno departamental frente el conocimiento que ya debe tener de cómo manejar este tipo de situaciones, accione medidas frente a la posible llegada de Ómicron al Cesar.
Estos últimos meses han sido muy difíciles para la economía y el crecimiento de nuestra región, muchos ciudadanos en busca de oportunidades viajaron a otros departamentos y esos mismos que viajaron querrán volver a encontrarse con sus familias para estas fechas. Por tal motivo, es necesario que las autoridades fortalezcan los protocolos de bioseguridad para salvaguardar la integridad de todos. No dejará de ser una lucha titánica la que se vive con el Covid-19, pero es fundamental articular estrategias que permitan salvaguardar la vida ante todo.