En una noche de horror y violencia, este 4 de julio de 2024, el barrio Olaya Herrera de Cartagena de Indias fue escenario de un segundo asesinato en menos de dos horas, un hecho que pone en tela de juicio la eficacia de las medidas de seguridad en la ciudad. La Policía Metropolitana confirmó que Liliana Julio Rivas, de 32 años, fue baleada en el sector Ricaurte alrededor de las 10 pm, mientras se encontraba junto a un hombre.
Según informes de las autoridades, un sicario se acercó a la mujer y le disparó en repetidas oportunidades. El hombre que la acompañaba, de 28 años, quien tiene antecedentes judiciales por receptación, también resultó herido y se encuentra bajo pronóstico reservado.
Este trágico hecho de sangre sigue al asesinato de Marisol Negrón Gómez, quien fue ultimada por un sicario en el barrio Los Caracoles. Ambas muertes, tan cercanas en tiempo y espacio, resaltan una preocupante escalada de violencia en la capital de Bolívar.
- También puede leer: INSEGURIDAD EN CARTAGENA | Marisol Negrón Gómez, otra víctima mortal de los Sicarios
La repetición de actos violentos en una sola noche deja en evidencia las fallas en la estrategia de seguridad planteada por el alcalde Dumek Turbay como Comandante en Jefe de la Policía Metropolitana de Cartagena.