En lo que va del 2025, el municipio de Turbaco, Bolívar, ha sido escenario de una preocupante ola de violencia que ha dejado ocho víctimas fatales bajo la modalidad de sicariato. Estos crímenes han desatado el temor entre la comunidad y han obligado a las autoridades a intensificar las investigaciones para esclarecer los hechos y capturar a los responsables.
El caso más reciente ocurrió el viernes 7 de febrero, cuando Yesinder Martínez, conocido como ‘el Cachaco’, fue asesinado mientras se encontraba en la terraza de una vivienda en el barrio 5 de Octubre, cerca al Matadero. Un día antes, el jueves 6 de febrero, los sicarios atacaron a Fidel Moscote León, de 37 años, mientras jugaba dominó con amigos en el sector La Mina, del barrio Paraíso.
Otros homicidios recientes han causado conmoción en el municipio. El 28 de enero, Armando Luis Carrillo Beltrán, de 55 años, fue asesinado mientras conducía una camioneta en la Troncal de Occidente, a la altura de la Gobernación de Bolívar. Un día antes, el 27 de enero, Cristian Andrés Babilonia Marín murió tras ser atacado en el barrio Bellavista. Este último caso tiene características particulares, ya que la víctima habría intentado atacar a otra persona, quien se defendió y le causó la muerte.
El 17 de enero, el cuerpo de César Garrido, de 23 años, fue hallado en la trocha de Aguas Prietas, sobre la Ruta 90, con múltiples impactos de bala, lo que refuerza la hipótesis de un asesinato por encargo. Días antes, el 10 de enero, José Manuel Julio, de 19 años, fue asesinado en circunstancias que aún están bajo investigación.
Asimismo, el 14 de enero, Alcides Palacín de La Hoz, de 43 años, fue atacado por sicarios en el sector Las Canalitas, y el 12 de enero, Manuel Zabaleta perdió la vida en un atentado a plena luz del día en el barrio El Paraíso.
Las autoridades se encuentran en máxima alerta, investigando los móviles de estos crimenes y analizando si existe relación entre los casos. Una de las principales hipótesis apunta a ajustes de cuentas vinculados al tráfico de drogas. Sin embargo, hasta el momento, no se han reportado capturas relacionadas con estos asesinatos.
A pesar de los esfuerzos de la administración local y la fuerza pública, la situación de seguridad en Turbaco sigue siendo crítica. La comunidad clama por acciones contundentes que permitan frenar la violencia y devolver la tranquilidad a sus habitantes.