El jefe de la Oficina de Gestión Territorial de Emergencias y Desastres, Luis Fernando Correa, advirtió que, “de acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y estudios Ambientales (IDEAM), el fenómeno de “La Niña” sigue presente con una probabilidad del 80% con intensidad entre débil y moderada”.
Agregó que, “ante la presencia de este fenómeno climático se mantendrán las precipitaciones superiores a lo normal entre agosto y octubre en algunas regiones del país. El IDEAM informó que se estima volúmenes superiores al 30% por encima de los promedios históricos en la mayor parte de la región Caribe y Andina durante este trimestre (agosto-septiembre-octubre)”.
Los territorios que mayor riesgo de inundación son: Bolívar, Atlántico, Córdoba, Sucre, Magdalena, Cesar, Antioquia, Meta, Casanare, Arauca, Guaviare, Chocó, Valle del Cauca, Cauca y Nariño.
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Las zonas con mayor riesgo de deslizamiento son: la Andina, Pacífica y Orinoquía. De acuerdo con el reporte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en lo que va del 2022, como consecuencia de las lluvias se tiene el registro de 170 personas fallecidas, 186 heridos, 25 desaparecidos, 810 viviendas destruidas y 40.810 viviendas averiadas, así como 13 centros de salud afectados ubicados en los departamentos de Santander, Nariño, Cundinamarca, Antioquia, Cauca y Putumayo.
Posibles efectos en el sector salud:
Este tipo de evento puede tener efectos en la salud de las personas, por ejemplo, aumento de las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) incluida la posibilidad de un mayor contagio por Covid-19, incremento de las Enfermedades Transmitidas por Vectores (ETV), aumento de las enfermedades transmitidas por agua y alimentos (Enfermedad Diarreica Aguda – EDA, Hepatitis A, Fiebre Tifoidea y Paratifoidea y cólera) por la afectación de los sistemas de abastecimiento de agua para consumo, incidencia de agresiones de animales potenciales transmisores de rabia y ponzoñosos e incremento de accidentes ofídicos, entre otros.
Recomendaciones:
- Identificar y fortalecer la vigilancia epidemiológica.
- Realizar articulación intersectorial de las direcciones departamentales, distritales y municipales.
- Disponer de insumos y logística para responder a los eventos de salud que pudieran incrementarse con esta segunda temporada de lluvias y las clínicas y hospitales deben activar sus planes de emergencia y contingencia.
Así mismo, las direcciones territoriales deberán intensificar acciones relacionadas con la comunicación del riesgo, reservas de aguas especialmente en los sitios que puedan verse afectados, revisión del funcionamiento de las plantas eléctricas, alojamientos temporales o transitorios que eventualmente puedan requerirse, elaboración de escenarios de riesgo en salud y actualización de herramientas de reporte de información, entre otras acciones.