“El llamado es urgente. Bolívar no aguanta más. Necesitamos la intervención del Gobierno Nacional con toda su fuerza y sin dilaciones. Lo que está ocurriendo supera nuestras capacidades”, advirtió el mandatario.
La crisis en el sur de Bolívar ha llegado a un punto límite. La guerra entre estructuras criminales está forzando a cientos de familias a huir de sus hogares, mientras el Estado brilla por su ausencia. Ante esta realidad, el gobernador de Bolívar, Yamil Arana, hizo un enérgico llamado al Gobierno Nacional, exigiendo una respuesta inmediata y contundente.
A través de su cuenta en X, el mandatario alertó sobre la gravedad de la situación: «Cero y van cuatro: volvemos a lanzar un SOS por la situación que se presenta en el sur de Bolívar. Como lo habíamos anticipado, comenzaron los desplazamientos y confinamientos de cientos de familias por culpa de la guerra entre estructuras criminales. Requerimos urgentemente la intervención del Estado con TODAS sus capacidades.»
Los enfrentamientos entre el Clan del Golfo y el ELN han generado un alarmante escenario de desplazamiento y confinamiento:
- 144 personas confinadas en Mina Piojó, atrapadas en medio del fuego cruzado.
- 503 personas desplazadas hacia Montecristo, Paraíso y Santa Rosa, tras huir de Mina Gorila y Mina Plana.
- Cientos de familias en riesgo inminente, sin protección ni garantías de seguridad.
La Gobernación de Bolívar ha activado una ruta de atención para brindar ayuda humanitaria, pero el gobernador es enfático: el departamento no tiene la capacidad de afrontar una crisis de esta magnitud sin el apoyo del Gobierno Nacional.
Arana fue claro en su declaración: el sur de Bolívar ha sido históricamente una zona estratégica para los grupos armados ilegales, lo que convierte a la población en la principal víctima de esta lucha por rentas ilícitas. «No podemos seguir permitiendo que el sur de Bolívar se convierta en un campo de batalla sin reglas. Necesitamos una presencia real y permanente del Estado. No solo intervención militar, sino también asistencia humanitaria y estrategias de prevención que devuelvan la tranquilidad a nuestra gente».